Ricaurte Soler - La invasión de Estados Unidos a Panamá
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“Se ha señalado,
con justa razón, que la invasión a Panamá por parte de Estados Unidos es, hasta
1989, la acción armada más importante emprendida por esta potencia después de
Vietnam. A ello se podría agregar que es también el empeño de mayor intensidad
bélica desplegado por Estados Unidos en América Latina durante el siglo XX.
Baste recordar que el sismógrafo de la Universidad de Panamá registró 422
explosiones de bombas en las primeras 14 horas -una bomba cada dos minutos-
sólo en el área metropolitana de la ciudad de Panamá (700 000 habitantes). Como
es de suponer, las consecuencias políticas, económicas y psicológicas de la
agresión militar han sido traumáticas para la nación panameña, agresión que,
por otra parte, no es el resultado del "I took Panamá" de Teodoro
Roosevelt.
La nación
panameña es el producto de una historia multisecular que en sus trazos
generales precisa dibujar para comprender los efectos distorsionadores que
sobre la identidad que se gesta han ejercido las agresiones e invasiones de
Estados Unidos, y en particular la última. Por ello el estudio del presente no
puede dispensarse del esfuerzo historiográfico totalizador, y éste no puede
eludir, aunque sólo fuere a través de una implacable síntesis, los empeños que
por afirmar su autodeterminación caracterizaron la historia de la nación
panameña durante el pasado siglo y el presente. Ésta es la razón de ser de los
tres primeros capítulos del presente estudio.
Pero la invasión
también ha sido de enorme trascendencia en cuanto a sus implicaciones para el
dominio estratégico de toda América Latina por parte del imperio. A este
respecto hay que recordar que el proyecto nacional para América Latina (para
Hispanoamérica en su primera versión) no sólo es el producto de las visiones y
previsiones de sus mejores próceres, como Miranda, Bolívar o Martí. Es también
el resultado de hondas tradiciones y de prácticas y políticas que si no han
concretado en lo real no por ello han perdido su racionalidad. En 1889 James
Blaine, el creador del panamericanismo, invitaba a formar un zollverein continental.
Un siglo después George Bush ordena la invasión y ocupación de Panamá para,
casi simultáneamente, bajo el nombre de "Iniciativa de las Américas",
repetir la centenaria invitación de Blaine. ¡Cómo cobra actualidad la romántica
reflexión de Francisco Bilbao, escrita en 1856!: "La América debe al mundo
una palabra. Esa palabra pronunciada, será la espada de fuego del genio del
porvenir que hará retroceder al individualismo Yankee en Panamá."[1]
Podrá también
parecer romántico, e incluso retórico, que la Historia nos ha acostumbrado a
ver con certidumbre que el "genio del porvenir" avizorado por Bilbao
no es otro que el de los pueblos latinoamericanos. Dadas estas consideraciones,
y aunque no en primer término, estimamos que la invasión a Panamá hay que
situarla en su contexto histórico actual latinoamericano. La distensión a
escala mundial, y la "Iniciativa de las Américas" de Bush, muestran
que, ahora sí, el imperio está dispuesto a alcanzar plenamente los objetivos
propuestos en 1889 en el primer congreso panamericano de Washington. La
narcodiplomacia y el genocidio perpetrado en Panamá un siglo después, son
instrumentos de una política aun más agresiva de dominación continental.
Estudiar y reflexionar sobre la invasión a Panamá de 1989 ha de ofrecernos
orientaciones para responder mejor a las incertidumbres y desafíos del futuro
de Panamá de América Latina e incluso del Tercer Mundo” (Soler, 1999, pp. 11,12,13)
Bibliografía
Soler, R., 1999. La invasión de Estados Unidos a
Panamá. Neocolonismo en la postguerra fría. Mexico : Siglo XXI.
nota: la transcripción del texto es de Samuel Prado (samuelpradof.blogspot.com)
[1] José V. Lastarria, et al.,
Unión y confederación de los pueblos latinoamericanos (edición facsimilar),
México, Unión de Universidades de América Latina, 1979, pp. 276-277.
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