¿FILOSOFÍA PARA QUÉ?*

La pregunta ¿filosofía para qué?, nos remite a la cuestión sobre la utilidad de la filosofía, como si fuese cualquier cosa. Esto también obliga a la filosofía a responder preguntas cuya formulación presente le impide desarrollar su función en sí: en otros términos, ya es necesario salir de la caverna de la que habla Platón en el capítulo VII de su República.
La filosofía tiene un efecto boomerang característico. Cuando formulamos bien la pregunta, la respuesta nos pega en la cabeza. Es como una bofetada que te despierta de las fantasías - mitos y te anima a pensar lo real. En su propio desarrollo, la filosofía no busca un estado de confort, opuesto a su naturaleza problematizadora. Para muestra, Sócrates fue condenado a la cicuta, por problematizar el conocimiento. El cuestionar en sí no es bien visto por una sociedad unidireccional–positivista como la nuestra.
Visto el problema en su desarrollo histórico, en Panamá la filosofía ha ido perdiendo espacios fundamentales-institucionales en la educación media. Sin duda, la filosofía no se aprende en un aula de clase. Y si seguimos la máxima kantiana de que no se enseña filosofía, sino a filosofar, resulta evidente que los espacios institucionales como escuelas y universidades, no son el fin último que persigue la filosofía, sino un medio que no es ajeno a la propia naturaleza de la filosofía.  En fin, de lo que se trata es buscar conocimiento o, como diría Hegel, el saber real o el espíritu absoluto.
Hay algunos cambios en el Programa de Educación Media que revelan cómo y cuando la filosofía ha perdido esos espacios en la enseñanza. Así, entre 1912 y 1918 se dictaban cuatro horas de filosofía en V año y tres en IV. En 1925 se crea una comisión de programas, y en 1928 la filosofía desaparece del plan de ciencias, pero se mantiene en letras. En 1941, tras una revisión última de los planes, reaparece como Historia de los Sistemas Filosóficos, con tres y cuatro horas en los planes de letras y en VI. En 1954 la filosofía no era obligatoria, aunque reapareció en el plan que entró en vigencia ese año como Introducción a la Filosofía, con cuatro horas en XII.
En 1956 se dictaba como Filosofía de la Educación, y en 1962 se le asignaban cuatro horas en undécimo año del bachillerato en Letras. En 1965, por recomendación del técnico-pedagogo Jacques Quignar - invitado evaluar los planes y programas de estudio – fueron ofrecidos planes pilotos experimentales en ocho escuelas, y se propusieron dos bachilleratos: Ciencias Técnicas y Ciencias Comerciales, cuyos planes de estudio incluían dos horas de Filosofía en XI.
El contenido de aquellos planes resaltaba el modo de distinguir la verdad del error, y la relación entre nuestras ideas y la realidad, ¿Qué son las cosas físicas, los conceptos universales y los valores, que es la conciencia, principales concepciones del universo, los problemas de la metafísica, y los problemas del pensar y obrar? Esa iniciativa, sin embargo, no pasó de la fase experimental.
En 1976, los planes fueron ajustados en ciencias, y entre 1977 y 1981 fueron dictadas cuatro horas de filosofía en Letras y tres en la educación nocturna, sin cambios relevantes hasta 1991. A partir de 2010, se imparte Filosofía y Lógica en XI o XII grado, utilizando el mismo programa en ambos casos, y dedicándole dos horas semanales.
Este recuento carecerá de verdadero sentido, siempre y cuando no sea puesto en relación con las transformaciones ocurridas en el desarrollo del país y, en la comunidad internacional. Sería necesario, además, ir más allá de constatar la reducción cuantitativa del número de horas dedicadas a la filosofía en los programas de enseñanza, indagar en los contenidos que se considera adecuado enseñar, y resaltar de manera adecuada el concepto mismo de filosofía que emerge de la materia así enseñada.
Todo sugiere que, en la lógica del capitalismo y su tendencia a dotarse de un pensamiento único, la enseñanza de la filosofía carece de verdadero sentido. Luchar por un lugar para la filosofía en la formación de nuestros jóvenes viene a ser, así, parte de la lucha más amplia por crear una sociedad en la cual el pensamiento crítico desempeñe el papel que le corresponde en la construcción de otro mundo posible, en Panamá como en todo el mundo.
Abdiel Rodríguez Reyes
*Agradezco al Dr. Guillermo Castro Herrera la edición a esta versión del artículo. El mismo fue publicado por primera vez en  http://rebelion.org/noticia.php?id=170584 . Esta versión TAMBIÉN  puede ser consultada en el diario PANAMAAMERICA: http://www.panamaamerica.com.pa/notas/1617131-filosofia-que-

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