Diversidad y homofobia. Por: Abdiel Rodríguez Reyes
“En su definición
contemporánea el término diversidad tiene apenas dos décadas de circulación
intensa en América Latina; es, en el consenso del sector de activistas, la
izquierda cultural y una parte de la clase política, el ámbito de las
alternativas legítimas (y legales) de índole muy variada: religiosas,
culturales, sexuales, de las culturas indígenas; es la síntesis de conceptos
clave en las batallas culturasrecientes: pluralidad, tolerancia, espacios
alternativos, derechos de las minorías, coexistencia de las identidades; es la
certeza de la existencia indetenible de otra sociedad, más incluyente y
democrática en la vida cotidiana.”[1]
El 7 de junio se presentaron más
de 145 abogados en la Corte Suprema de Justicia para oponerse al matrimonio
igualitario, haciendo gala de la razón jurídica y la doctrinaria idea de que lo
que no está en la norma no existe, hicieron sus descargos muy bien sustentados
por supuesto. Según estos abogados el “matrimonio igualitario” viola la estructura
constitucional del país y el derecho de la familia, suponemos que la
tradicional, porque a lo largo de la historia de la humanidad ésta ha
evolucionado considerablemente como lo demostró Friedrich
Engels[2].
Además, señalaron que el matrimonio igualitario atenta contra la relación
binaria (hombre y mujer) que sería el fundamento de la identidad republicana, e
incluso, denigra la condición humana.
Solamente pensar en cómo se
sentirían las miles de personas con preferencias sexuales hacia otras del mismo
sexo, que escucharon que su relación por no estar en la norma no existe, que
está en una zona del no ser, o, que su relación es una denigración a la
condición humana, es acongojante. Estos razonamientos nos retrotraen a lo peor
de los tiempos oscuros de siglos pasados.
¿Si las personas bien ilustradas
en derecho piensan así, como lo harán los que reproducen el sentido común proveniente
en su mayoría del ideal ascético cristiano? Tanto de unos y de otros la
homofobia es latente. A la heteronormatividad “le choca” el amor
entre las personas del mismo sexo, lo expresan cada vez que pueden.
En la coyuntura mucho ayudaría la
aclaración terminológica de qué quiere la comunidad LGBTI, si es “matrimonio
igualitario” o si es “unión civil igualitaria,” lo primero contiene cualidades
que estarían en contra de los valores y costumbres de la sociedad panameña, por
eso en cualquier sondeo se evidencia el rechazo total, apoyándose en la biblia
y tal; en cambio, lo segundo allanaría el terreno para el respeto a la
diversidad, a los derechos humanos de las personas que tienen preferencias
sexuales distintas, pero le corresponderá a la comunidad LGTBI definir su propia
agenda.
Como sociedad debemos estar
abiertos a la diversidad, como bien lo señaló Carlos Monsiváis: “la
Diversidad permite movilizaciones más vigorosas y persuasivas” para hacer
conciencia al respeto a lo distinto.
[1] Monsiváis, C., 2010. Que se abra esa puerta.
Crónicas y ensayos sobre la diversidad sexual. México: Paidós, p. 289.
[2] Engels, F., 2010 (1897). El origen de la familia,
la propiedad privada y el estado. España: Diario Público, pp. 43-119.
ClaraMENTE: ¿Qué opina la sociedad y la población sobre el matrimonio homosexual en Panamá?
La Cascara/Casi Creativo: Matrimonio igualitario
Más de 145 abogados acudieron a la Corte este miércoles para manifestarse en contra del matrimonio igualitario.
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