ESTADO, NACIÓN E IDENTIDAD. El caso de Panamá en Colombia / Olmedo Beluche
(Fragmento de ensayo presentado en el seminario del
Dpto. de Historia de la Univ. de Panamá)
El caso panameño es paradigmático respecto a
todo lo dicho. La historia oficial ha construido un mito de supuesta identidad
“ístmica” que procede desde la propia Conquista, con Vasco Núñez de Balboa.
Para este mito la “vocación” de los habitantes del Istmo de Panamá ha sido la
de servir al comercio mundial, por lo cual desde siempre luchó para construir
un estado-nación con base a esa identidad, hasta culminar en el lema del escudo
nacional: Pro Mundi Beneficio. Como puede apreciarse ese mito,
presentado como Historia, es la fotografía de los intereses de la clase de los
comerciantes del país. Es una ideología conveniente a los comerciantes istmeños
con la que se identifiquen las clases sociales que le están subordinadas[i].
Si bien en el marco del sistema colonial español el
Istmo de Panamá recibió como función económica el servir al trasiego de gentes
y mercancías, servida por un grupo de comerciantes y funcionarios que lo
controlaban, la historia prueba que existió una permanente dificultad para
delimitar las fronteras políticas dentro del propio país. Hasta la
independencia, grandes zonas quedaron fuera del control español gracias a las
resistencias de los pueblos originarios[ii]. Por otro lado, la movilidad geográfica
de los habitantes, sobre todo los funcionarios y los ricos, que emigraban a
otras zonas más prósperas del imperio, era la norma hasta inicios del XIX.
Recién en el siglo XVIII, con la crisis de la zona de tránsito y el final de
las Ferias de Portobelo, fue asentándose una población permanente y autóctona
sin pretensiones de emigrar que fue poblando el “interior”.[iii]
Durante el período colonial y gran parte del siglo
XIX, el Istmo se dividía en dos provincias que marcaban las identidades
diferenciadas: Veraguas y Panamá (la cual sólo se refería a la ciudad y la zona
de tránsito). El nombre de Panamá extendido a toda la geografía del istmo y sus
habitantes, es más bien reciente.
Panamá fue de las últimas regiones en sumarse al
proceso independentista por múltiples razones: bastión del ejército realista,
oportunismo de los comerciantes locales, debilidad económica y
demográfica, ausencia de clases plebeyas (artesanos) que en otros lados
radicalizaron el proceso de independencia. Los criollos locales, lo más radical
que hicieron, fue apoyar con entusiasmo las reformas liberales del general Riego
(1820-21). Sólo se sumaron a la independencia cuando estaba
consumada y Bolívar preparaba una armada en Cartagena para tomar el Istmo.
En otros trabajos ya hemos señalado cómo la historia
panameña del siglo XIX ha sido falsificada para presentar los diversos momentos
de crisis del estado-nación colombiano y sus guerras civiles, como supuestos
intentos independentistas de Panamá. En realidad, las proclamas (mal llamadas
“Actas Independentistas” por nuestra historia) fueron pronunciamientos
políticos en el marco de las guerras civiles: bolivaristas vs santanderistas,
centralistas vs federalistas, liberales vs conservadores.
El hecho es que, pese a todas los intentos de la
historia oficial por presentar a los federalistas como independentistas, pese a
que evidentemente la clase comercial local siempre peleó por sus intereses
frente al centralismo bogotano, nunca se animó a separarse; y pese a que
Colombia siempre fue un “estado fallido” (con dificultades para integrarse);
hasta 1902-1903, la identidad que caracterizaba a los istmeños, incluida las
clases dominantes (comerciantes) era la colombiana (lo cual puede ser probado
documentalmente)[iv].
La reconstrucción de nuestra historia, para usarla
en la construcción de la identidad nacional panameña, para que
parezca un determinismo en el sentido de que los habitantes del Istmos estaban
destinados a construir un estado-nación propio con vocación comercial, es una
hechura del siglo XX, después de impuesto por el estado tutelado por Estados
Unidos. La intelectualidad liberal dedujo que se necesitaba crear el
sentido de “identidad” en una “nación” en el sentido del romanticismo.
Historiadores, filósofos y literatos fueron tejiendo esa leyenda disfrazada
como historia[v].
Esa identidad panameña tuvo un lado positivo y
progresivo. Inspiró a las generaciones siguientes a luchar contra el sistema
colonial norteamericano impuesto en la Zona del Canal desde la separación de
Colombia en 1903. La lucha por la “soberanía” sobre el canal por parte del
estado-nación panameño, fue inspirada en gran medida en ese mito. La realidad
contradictoria es que el sentido de “identidad nacional” panameña, tiene un
doble filo: instrumento ideológico de dominación de la clase comercial para
justificar su control sobre el estado-nación y, a la vez, inspiración para la
lucha por la soberanía contra el colonialismo y la dependencia impuesta por el
imperialismo yanqui.
La historia tiene sus ironías.
Panamá, 28 de abril de 2014.
[i] Beluche,
Olmedo. Estado, nación y clases sociales en Panamá. La constitución del estado
nacional a través de las contradicciones sociales históricas. Editorial
Portobelo. Pequeño Formato, No. 115. Panamá, abril de 1999.
[ii] Castillero
Calvo, Alfredo. Conquista, evangelización y resistencia. ¿Triunfo o
fracaso de la política indigenista? Colección Ricardo Miró, Premio Ensayo,
1994. Ed. Mariano Arosemena, INAC. Panamá, 1995.
[iii] Jaén
Suárez, Omar. “La formación de estructuras económicas y sociales en el Istmo de
Panamá: el siglo XVIII colonial (1740 -1850)”. En: Población, economía y
sociedad en Panamá. Contribuciones a la crítica de la historiografía panameña.
Compilador: Torres Ábrego, José Eulogio. EUPAN. Panamá, 2000.
[iv] Beluche,
Olmedo La verdadera historia de la separación de 1903. Reflexiones en
torno al Centenario. Imprenta ARTICSA. Panamá, 2004.
[v] Pulido
Ritter, Luis. Filosofía de la nación romántica (Seis ensayos críticos
sobre el pensamiento intelectual y filosófico en Panamá, 1930-1960).Colección
Ricardo Miró, INAC. Panamá, 2007.
[el artículo es responsabilidad del autor]
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