Legado de Vladimir Lenin a 85 Años de su Desaparición Física

El 24 de enero conmemoramos 85 años de la desaparición física del revolucionario ruso y gran teórico del marxismo Vladimir Ilich Ulianov, conocido universalmente por Lenin, seudónimo que adoptó en sus años de lucha contra la policía política zarista. Hombre de extraordinaria inteligencia, indomable voluntad y gran capacidad de trabajo, dedicó su vida al estudio del marxismo y a la causa de la revolución socialista mundial.
Entre sus muchas aportaciones a la teoría y la práctica revolucionarias, quizá debamos destacar, en primer lugar, su defensa de las ideas del marxismo frente a los que pretendían revisarlas y corregirlas hasta hacerlas acepta bles por la burguesía, y fundamentalmente las concepciones marxistas sobre el Estado como instrumento de dominación de una clase social sobre el conjunto de la sociedad.
Lenin teorizó y aclaró, frente a los revisionistas de la obra de Marx, que la dictadura del proletariado es lo principal en la doctrina del marxismo. Y que los obreros necesitan esa dictadura para aplastar la resistencia de las clases explotadoras, llevar tras de sí al conjunto de los trabajadores y crear una sociedad nueva, la sociedad socialista. Y para cumplir esta misión histórica el proletariado debe tener su propio partido revolucionario el cual, guiándose por la teoría científica, señale acertadamente a la clase obrera el objetivo a conseguir y se ponga al frente de su lucha por el socialismo.
Materialismo y Empiriocriticismo es la principal obra filosófica de Vladímir Ilich Lenin, escrita a los inicios del siglo XX, año 1908; en el período inmediato a la derrota de la primera revolución rusa de 1905-1907, en que la defensa del materialismo dialéctico e histórico, constituía una tarea prioritaria y necesidad impostergable de los marxistas, frente los ataques del revisionismo de los denominados “machistas” rusos, su filosofía reaccionaria empiriocriticista, “agnóstica”, idealista y subjetiva; contenida en las teorías idealistas de Mach, Avenarius y otros, de los machistas rusos, como Bazárov, Bogdánov, con su Empiriomonismo, Lushkiévich, con su Empiriosimbolismo y otros. La obra nos remite a las fuentes ideológicas del empiriocriticismo en la evolución de la ideología burguesa, con Kant, Hume y Berkeley.
Lenin en su obra pone al descubierto las verdaderas relaciones entre empiriocriticismo y ciencia natural, aclarando que el empiriocriticismo influía negativamente sobre el desarrollo de esta última, mediante las posiciones vacilantes e idealistas de varios físicos, consecuencia de la crisis de la física de fines del siglo XIX y principios del XX.
Lenin, a su vez, descubre las raíces sociales y el papel de clase de la filosofía machista y de acuerdo a la línea del espíritu de partido de la filosofía, evidencia la pretensión de los machistas y de la filosofía positivista, en general, de elevarse por encima del materialismo y del idealismo, demostrando que el empiriocriticismo está al servicio de las fuerzas reaccionarias y la religión, que es hostil a la ciencia y al progreso.
En “Materialismo y empiriocriticismo”, Lenin desarrolla las categorías de la filosofía marxista como materia, experiencia, tiempo y espacio, causalidad, libertad y necesidad. En la teoría marxista del conocimiento desarrolla la teoría del reflejo, el papel de la práctica en la cognición, el lugar y el papel de las sensaciones en el conocimiento, la verdad objetiva y la relación entre verdad absoluta y relativa y las cuestiones fundamentales del materialismo histórico. Nos da a conocer los descubrimientos de fines del siglo XIX y comienzos del XX en física, marcando una revolución en la ciencia natural; confirma y generaliza los principios del materialismo dialéctico, permitiéndole encontrar el camino para salir a aquella de su crisis y de modo convincente nos demuestra que la dialéctica materialista es su único método.
“Materialismo y empiriocriticismo”, sigue siendo, hoy en día, un arma ideológica en la lucha contra la filosofía burguesa y el revisionismo y es un modelo en el cual debemos encontrar el desarrollo creador de la filosofía marxista, como ejemplo de espíritu comunista de principio y consecuencia en las cuestiones teóricas.
Quizá la mayor enseñanza que nos legó el genial Lenin sea la de que los revolucionarios estamos obligados, por encima de todo, a estudiar profundamente la teoría marxista para, a partir de ella, elaborar la teoría de la propia revolución y hacer la debida aportación al proceso revolucionario mundial. Pues el marxismo es una doctrina viva y en constante  desarrollo.





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