Marx, un rayo. Por: Abdiel Rodríguez Reyes
En
nuestro medio, no pocas veces provinciano y conservador, una fecha
conmemorativa como el bicentenario del natalicio de Marx casi pasa
desapercibida. En lugar de la constante autarquía que nos caracteriza, debemos
estar abiertos a pensar globalmente. El pensamiento de Marx es como un rayo,
una descarga eléctrica potente, la cual después de caer, se escucha el trueno. No
nos quedemos solo con el ruido, sino, ahondemos en su origen. Si hacemos una
búsqueda elemental en — Google Books
Ngram Viewer — nos percataremos de
su peso bibliométrico.
El Polo Ciudadano conmemoró esta fecha consciente, como lo ha dicho
con mejor claridad Rosa Luxemburgo, de que aún no se le ha sacado todo el
provecho al arsenal crítico de Marx. En ocasión del bicentenario del natalicio
del gigante de Tréveris, se hacen la
siguiente pregunta ¿Qué es el marxismo? Como loor a su legado. Vamos a comentar
brevemente las cuatro intervenciones de esta actividad, la cual tuvo lugar en
la Universidad de Panamá.
Primero,
participó (virtualmente) Alejandro Fernando González, el cual es maestro en
Estudios Latinoamericanos de la UNAM, economista y profesor de crítica de la
economía política en la FCSyP-UNAM, se aproximó a Marx a partir de las
hipótesis de Bolívar Echeverría, de acercarse a Marx en lo que denominó “la
sustancia Marx”: el de sus propios escritos contenidos en las Marx-Engels-Gesamtausgabe (MEGA) y sus biografías,
sobre esto último, Fernando González hizo un recorrido desde la biografía
clásica de Franz Mehring hasta la reciente de Gareth Stedman Jones, pasando por
la de Francis Wheen y Mary Gabriel entre otras.
Mario
Enrique de León, estudiante de Sociología y uno de los jóvenes más productivos,
inició su intervención señalando que, el marxismo no es un dogma, a saber, del
maniqueísmo del que fue expuesto en el pasado. Seguido, explica, lo que sí es:
una ideología, a saber, en su sentido transcendente, en cuanto a una visión del
mundo que busca transformarlo, para Mario, el marxismo como ideología supera la
dicotomía bueno – malo, es en síntesis un método científico que debela el
carácter fetichista del capitalismo.
Dalys
Batista de Pérez, profesora de Trabajo Social, feminista y militante del
Partido del Pueblo. Complementa la
actividad con el tema de género, de mucha importancia para el debate, el cual
queda muchas veces al margen. Señala Dalys que, el feminismo y el marxismo no
son incompatibles, todo lo contrario, se complementan y tienden puentes en la
comprensión del mundo en aras de su transformación. La división del trabajo por
sexo y el trabajo no asalariado son fundamentales para comprender la dinámica
del capitalismo. El resultado de estas cuestiones es que, la revolución tiene
que ser feminista o no lo será.
Olmedo
Beluche, Doctor en Humanidades, con maestría en Estudios Políticos y profesor
en el Departamento de Sociología de la Universidad de
Panamá, compañero comprometido con la lucha social y popular, explaya toda una
gama de problemas concretos y políticos que nos sugiere toda lectura
comprometida de Marx. Señaló un tema de fondo que cruza todo el pensamiento de
Marx — y, Engels por supuesto — sobre la centralidad de la reproducción de la
vida como elemento constitutivo del marxismo, donde el ser humano aparece como
apéndice de los modos de producción capitalista. Ante las distintas visiones posmodernas
en boga en las universidades, nos recuerda Beluche, no hay que abandonar la
lucha de clases que bifurca la anatomía de la sociedad.
Las
cuatro participaciones tenemos que verlas de forma holística, cómo se van
complementando entre sí, para tener una imagen completa de Marx. De la
erudición bibliográfica de nuestro amigo González, hasta la teoría de la praxis que nos brindó el compañero
Beluche, pasando por los temas tratados por Mario y Dalys; es decir, hemos tocado
diversos temas desde el prisma del siglo XXI, en donde debemos retomar la
preocupación de Luxemburgo de sacarle todo el provecho posible al pensamiento revolucionario
de Marx; en particular la inacabada tarea de la undécima tesis de Marx, de
transformar el mundo, la importancia en la tradición germánica de la crítica, y,
además, las discusiones tácticas y estratégicas de la coyuntura y los cambios
estructurales necesarios a partir de la teoría y práctica revolucionaria de
Marx.
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