Inconsistencias de la Izquierda Panameña
Lastimosamente nuestra izquierda sigue un mar de incertidumbres, sin comprender que la izquierda en su conjunto y filosofía como tal tiene que ser humanista, luchar por los excluidos (as) brindando un mejor futuro para un pueblo que ha sido vilipendiando y manipulando por la derecha.
Pero parece que el modo de entender esta filosofía es convertirnos en antropófagos y caníbales, autoaniquilándonos como si nosotros mismos fuéramos los protagonistas de las desgracias y miserias implantadas bajo una ideología mezquina y excluyente como la derecha.
Guardadas las proporciones y las comparaciones eso es lo que esta pasando en el seno de la izquierda panameña.
Es así con esta comparación un poco exagerada y con algo de sarcasmo vemos como las organizaciones de izquierda se van autoaniquilando con los vicios del caudillismo, el culto a la personalidad, el egocentrismo y el clientelismo de nuestros súper mega dirigentes de la izquierda.
Estos son el cóctel perfecto para nunca ver cristalizado el sueño de una unidad popular de los auténticos revolucionarios.
Sin necesidad de que la derecha levante siquiera el dedo meñique en contra de la izquierda, esta automáticamente se autodestruirá sino enderezarnos el camino de la verdadera transformación y compromiso con las clases menos favorecidas. En fin nuestro dirigentes se han desgastado año tras año en discusiones retrogradas, sectarias y dogmáticas, renunciando al mandato popular que les damos como dirigentes.
La constante ha sido el individualismo constituyéndose como núcleo de la ideología burguesa liberal basada solo en los principios de la reivindicación y defensa de la competencia y los beneficios económicos personales, dinero, posición, poder, prestigio, autoridad a costa del sacrificio de la militancia de base de los auténticos revolucionarios que poseen dignidad, principios, trabajando día a día, de sol a sol luchando por un cambio donde haya una verdadera democracia popular, ser militante de izquierda significa un grado de sacrificio, sabiduría, principios éticos y revolucionarios, ser fraternos con nuestros compañeros de militancia, no cohonestar con la corrupción, no negociar ni enajenar los principios marxistas leninistas.
Definitivamente lo que nos da a entender las actuaciones de nuestra izquierda es la mezquindad y el individualismo, renunciando al principio de solidaridad con los sectores excluidos.
¡Dignidad en la política y firmeza en el compromiso!
Lorenzo Galástica Castillo.
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