ACERCA DE LA DOCTRINA DE MARX. En el aniversario de su fallecimiento.
El 14 de marzo conmemoramos 128 años del fallecimiento del maestro del proletariado, filósofo, economista, sociólogo y teórico político revolucionario Carlos Marx. En los albores del presente siglo su pensamiento sigue siendo el arma ideológica de los pueblos que luchan por su liberación de toda forma de explotación y por la construcción de la sociedad socialista.
Nació en Alemania el 5 de mayo de 1818. Junto al filósofo alemán Federico Engels desarrolló la única concepción científica de la naturaleza, la historia y el pensamiento conocido como materialismo histórico dialéctico. Sus principales obras son: El Capital, Trabajo Asalariado y Capital, Tesis Sobre Feuerbach, Contribución a la Crítica de la Economía Política , Manuscritos Económicos y Filosóficos, el Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte entre otros, Además escribió junto a Engels La Sagrada Familia , La Ideología Alemana y el Manifiesto del Partido Comunista.
En sus obras La Sagrada Familia y La Ideología Alemana, escritas en los años 1844 y 1846, someten a escrupuloso examen la filosofía de Hegel y Feuerbach. En 1864, Marx y Engels organizaron la Asociación Internacional de Trabajadores.
El marxismo es el sistema de ideas y la doctrina de Marx, Marx es el continuador y consumador genial de las tres corrientes ideológicas principales del siglo XIX que tuvieron por cuna a los tres países más avanzados de la humanidad la filosofía clásica alemana, la economía política inglesa y el socialismo francés, unido a las doctrinas revolucionarias francesas en general.
El Materialismo Filosófico: desde los años 1844 y 1845, época en que se forman sus ideas, Marx es materialista y concretamente sigue a Ludwig Feuerbach.
El principal defecto del “viejo” materialismo, sin excluir el de Feuerbach consistía según Marx y Engels en lo siguiente: (1) En que este materialismo era “predominantemente mecanicista” y no tenía en cuenta los últimos progresos de la química y la biología; (2) En que el viejo materialismo no tenía un carácter histórico ni dialéctico (sino metafísico, en el sentido de antidialéctico) y no mantenía de un modo consecuente ni en todos sus aspectos el criterio de la evolución(3) En que concebía la “esencia humana” en abstracto, y no como el conjunto de las relaciones sociales. (concretas y determinadas en el plano histórico), razón por la cual no hacía más que “interpretar” el mundo, cuando de lo que se trata es de transformarlo; es decir, en que no comprendía la importancia de la “actuación revolucionaria práctica”.
La gran idea de que el mundo no puede concebirse como un conjunto de objetos terminados – Escribe Engels-, sino como un conjunto de procesos en el que las cosas que parecen estables, al igual sus reflejos mentales en nuestras cabezas, los conceptos pasan por una serie interrumpida de cambios, por un proceso de génesis y caducidad, esta gran idea cardinal se haya ya tan arraigada, sobre todo desde Hegel, en la conciencia habitual, que expuesta así, en términos generales, apenas encuentra oposición. Pero una cosa es reconocerla de palabras y otra cosa es aplicarla a la realidad concreta, en todos los campos sometidos a la investigación” para la filosofía dialéctica no existe nada definitivo, absoluto, consagrado, en todo pone de relieve lo que tiene de perecedero, y no pone en pie más que el proceso ininterrumpido del devenir y del perecer, un ascenso sin fin de lo inferior a lo superior cuyo meno reflejo en el cerebro pensante es esta misma filosofía. Así pues según Marx, la dialéctica es la “ciencia de las leyes generales del movimiento, tanto del mundo exterior como del pensamiento humano”.
La Concepción Materialista de la Historia:
En el prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía Política expone Marx una fórmula integra de los principios del materialismo aplicado a la sociedad humana y a su historia. Dice así:
“En la producción social de su vida, los hombres contraen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción, que corresponden a una determinada fase de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales”.
“el conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la cual se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino por el contrario, el ser social lo que determina su conciencia. Al llegar a una determinada fase de desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas y se abre así una época de revolución social. Al cambiar la base económica, se revoluciona, más o menos rápidamente toda la inmensa superestructura erigida sobre ella.
Cuando se estudian estas relaciones estas revoluciones hay que distinguir siempre entre los cambios materiales ocurridos en las condiciones económicas de producción y que pueden apreciarse con la exactitud propia de las ciencias naturales, y las formas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas, en una palabra las formas ideológicas en las que el hombre adquiere conciencia de este conflicto y luchan por resolverlo.
La Lucha de Clases:
Todo el mundo sabe que en cualquier sociedad, las aspiraciones de los unos chocan abiertamente con las aspiraciones de los otros, y que la vida social esta llena de contradicciones, que la historia nos muestra la lucha entre pueblos y sociedades y en su propio seno; sabe también que se produce una sucesión de revolución y reacción, de paz y de guerras, de estancamiento y de rápido progreso y decadencia. El marxismo ha dado el hilo conductor que permite descubrir la lógica en este aparente laberinto y caos: la teoría de la lucha de clases. Sólo el estudio del conjunto de las aspiraciones de todos los miembros de una sociedad determinada o de un grupo de sociedades, permite fijar con precisión científica el resultado de estas aspiraciones. Ahora bien, el origen de esas aspiraciones contradictorias está siempre en las diferencias de situación y de condiciones de vida de las clases en las que se divide toda sociedad.
“La historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días, escribe Marx en el Manifiesto Comunista (exceptuando la historia de la comunidad primitiva añade más tarde Engels) es la historia de la lucha de clases.
Fuente: Carlos Marx. (Breve Esbozo Biográfico con una exposición del Marxismo. Vladimir Ilich Ulianov.
Valiosa información.
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