Conmemorando “El Capital” Por: Abdiel Rodríguez Reyes
Portada de El Capital, salió en septiembre de 1867.
Hace unos meses escribí mi conmemoración de los 150º aniversarios del libro I de El Capital [1], la única parte que pudo editar el pensador de Tréveris. De aquel entonces a acá, asistí a las clases de Juan José Bautista Segalés en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, sin duda fue muy enriquecedor, sus lecciones abren nuevos cauces para encontrarle sentido a una lectura comprometida y situada.
Además, en estos últimos días me he interesado en la obra de Manuel Sacristán, esa es la razón por la cual escribo ésta minuta. En particular a propósito de su brevísimo texto ¿Qué Marx se leerá en el siglo XXI? [2]En donde señaló algo de singular importancia para la coyuntura: “El asunto real que anda por detrás de tanta lectura [de Marx] es la cuestión política de si la naturaleza del socialismo es hacer lo mismo que el capitalismo, aunque mejor, o consiste en vivir otra cosa.” Otra cosa que definitivamente habrá que ingeniarse.
Es sobre esto último de lo que se trata la cuestión, y es éste 150º aniversario el momento propicio para leer completo ese primer libro, para otear la realidad, crear otra cosa distinta y discutir a Marx en sus textos.
Otra cosa distinta a todas las otras experiencias anteriores. La Historia nos puede ayudar, para mejorar, subsumir y no cometer los mismos errores del pasado; incluso, en el pasado inmediato, por ejemplo, aquel que amerita una reflexión sobre los eslabones más débiles de los llamados gobiernos posneoliberales; el más fácil de identificar es la dependencia de los commodities, cuando los vientos estaban a su favor marcaban positivamente en los indicadores sociales de la CEPAL, en cambio, apenas esos vientos soplaron en contra, inmediatamente empezaron a retrotraerse a tal punto que se empezó a cuestionar sobre un eventual fin de ciclo progresista.
Sin duda, toda esta acumulación de experiencia allana el terreno para pensar y actuar críticamente en prospectiva, con mayor sustancia, mejor y distinto a lo que vivimos; nadie estaría en contra de pensar en esa dirección, en ese sentido Marx tiene mucho que decirnos.
Además, en estos últimos días me he interesado en la obra de Manuel Sacristán, esa es la razón por la cual escribo ésta minuta. En particular a propósito de su brevísimo texto ¿Qué Marx se leerá en el siglo XXI? [2]En donde señaló algo de singular importancia para la coyuntura: “El asunto real que anda por detrás de tanta lectura [de Marx] es la cuestión política de si la naturaleza del socialismo es hacer lo mismo que el capitalismo, aunque mejor, o consiste en vivir otra cosa.” Otra cosa que definitivamente habrá que ingeniarse.
Es sobre esto último de lo que se trata la cuestión, y es éste 150º aniversario el momento propicio para leer completo ese primer libro, para otear la realidad, crear otra cosa distinta y discutir a Marx en sus textos.
Otra cosa distinta a todas las otras experiencias anteriores. La Historia nos puede ayudar, para mejorar, subsumir y no cometer los mismos errores del pasado; incluso, en el pasado inmediato, por ejemplo, aquel que amerita una reflexión sobre los eslabones más débiles de los llamados gobiernos posneoliberales; el más fácil de identificar es la dependencia de los commodities, cuando los vientos estaban a su favor marcaban positivamente en los indicadores sociales de la CEPAL, en cambio, apenas esos vientos soplaron en contra, inmediatamente empezaron a retrotraerse a tal punto que se empezó a cuestionar sobre un eventual fin de ciclo progresista.
Sin duda, toda esta acumulación de experiencia allana el terreno para pensar y actuar críticamente en prospectiva, con mayor sustancia, mejor y distinto a lo que vivimos; nadie estaría en contra de pensar en esa dirección, en ese sentido Marx tiene mucho que decirnos.
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