Sin pensamiento crítico no hay transformaciones. Por: Abdiel Rodríguez Reyes
Estamos acostumbrados al cortoplacismo. Es decir:
queremos respuestas inmediatas en todo. En educación, en políticas públicas y
en general para las transformaciones de fondo que el país necesita. Necesitamos
miras largas.
Las transformaciones se logran en periodos de larga
duración. No se logran solas, sino con el concierto del pueblo que toma
conciencia de sus necesidades. El pensamiento crítico entreteje la idea de
transformación con las prácticas acometidas con ese horizonte, dando paso así,
a una praxis transformadora en el sentido gramsciano. Se tienen que jalonar
todas las experiencias para enriquecer nuestro devenir.
Las transformaciones que necesita un país son tareas
colectivas. Y se requiere de todas las creatividades encubadas en la cultura
popular que no afloran por la mezquindad de lo políticamente correcto. La cual
busca mantenerlas al margen, pero estas implosionan por su fuerza intrínseca.
Por eso, el pensamiento crítico no puede dar la
espalda a todas estas manifestaciones en las que están encubadas las
transformaciones. Debe hacerse eco de ellas. La cultura popular es emancipadora
cuando emerge desde abajo, desde las mismas entrañas.
Las desigualdades y el deterioro ambiental como
resultado del modo de producción capitalista son el problema de fondo. A nivel
mundial se vive en riesgo. Las desigualdades están allí y el ambiente
deteriorado también, la ilusión del mainstream neoliberal las encubre,
no las deja ver y en otros casos las naturaliza. Todo lo convierte en
mercancía, en valor de cambio. Es tarea del pensamiento crítico develar esas
contradicciones.
Una nueva conciencia para un nuevo tiempo se nos
impone como un objetivo ineludible si queremos subsistir como especie en un
medio cada vez más espinoso tanto local como globalmente.
Por bien intencionadas que sean las iniciativas, tanto
desde la potestas de arriba, como desde la potencia de abajo, si no tienen un
contenido crítico sólo servirán de parche ante la insostenible situación
económica y ecológica.
La forja de la conciencia mediante el pensamiento
crítico se trabaja como el topo, sin hacer mucho ruido. Para cuando vea la luz tenga
la consistencia de una verdadera transformación.
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