El neocolonialismo norteamericano en el Panamá de hoy[1]


                                                                                                          “El 9 de enero de 1964, el pueblo panameño protagonizó una verdadera insurrección anticolonial, con el propósito de reafirmar la soberanía del país”[2] 

Los días 9, 10 y 11 de enero de 1964 tiene una significación histórica muy arraigada a los procesos de soberanía de nuestro territorio. En el cuadernillo: La gesta del 9 de enero, Víctor Ávila narra estos hechos de forma excepcional, teniendo en cuenta que en ese momento era Secretario General de la Federación de Estudiantes de Panamá (FEP).
Dentro de las causas principales que generaron esta gesta, Ávila señaló que se querían cambios sustanciales al Tratado Hay-Bunau Varilla de 1903, que consistía principalmente en que la “soberanía en la Zona del Canal era irrenunciable”. También se buscaba en esta gesta cumplir un acuerdo de 1963 entre Panamá y Estados Unidos, que consistía en “izar la bandera nacional en los sitios públicos de la Zona del Canal”. 
La primera impresión es que el incumplimiento de este pacto, fue el detonante de un problema de mayor envergadura con mayores contradicciones. Radicaba en que luego de que Panamá lograra su separación de Colombia, “se le arrebató en 1903, una franja territorial de 1432 km2 a perpetuidad”.
Hay que tener en cuenta que el colonialismo (al mejor estilo de la colonia española 1502-1821) norteamericano estaba determinado por su presencia militar a lo largo de todo el territorio. Cuestión que legitimó el anclaje territorial que se mantenía y, que prohibía izar la bandera nacional en territorio zonians (Zona del Canal). Cuestión que afectó los sentimientos patrióticos de los estudiantes del Instituto Nacional y, gran parte de la sociedad istmeña. 
En medio de estas tenciones la FEP propuso a Roberto F. Chiari, presidente en ese momento, acusar a Estados Unidos ante la OEA y la ONU. Revisar el Tratado Hay-Bunau Varilla. Devolver la Zona del Canal. Solicitar la neutralidad del Canal y, Desmantelar integralmente la colonia norteamericana en territorio nacional.
Según el relato de Guillermo Guevara Paz, (Tomo 2: La historia de Panamá en sus textos. De Gateazoro, Celestino Arauz y Armando Muñoz Pinzón) estudiante y reportero del periódico Impacto del Instituto Nacional, en esta coyuntura. Los estudiantes norteamericanos se  rehusaban a permitir que la bandera de Panamá fuese izada junto a la de Estados Unidos.
Como una cuestión mística, los estudiantes institutores solicitaron mediante la Asociación Federada del Instituto Nacional, la misma bandera que se utilizó en la Operación Soberanía de 1958. Aunado a esto, en términos de heroicidad, la figura de los estudiantes encumbrando la bandera nacional tiene un valor simbólico en nuestra narrativa histórica.
Otro sugerente relato, Significación y consecuencias del 9 de enero de José Eugenio Stoute  (Tareas N°145. Septiembre – diciembre 2013) puso énfasis en la insurrección popular que dio como resultado el Comité de Defensa. Sector armado que “con la llegada de la noche, el pueblo expropio las armerías entonces existentes en la ciudad de Panamá y junto con las armas donadas por sectores de la pequeña burguesía nacionalista se armaron los primero Comités de Defensa”. Estos comités solo demoraron 72 horas.
Los Comités de Defensa y los estudiantes lograron mediante la presión, en el palacio presidencial, la crisis de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, que dio como resultado la ruptura. También, durante estos hechos,  los comités organizaron todo el proceso de “luchar contra el invasor”. En esta coyuntura, la Guardia Nacional no reprimió las movilizaciones.
Hay que tener en cuenta que el Panamá de hoy es resultado del de ayer y, que solo la participación ciudadana logra materializar las diversas formas de protesta. La unidad que se encontró en la diversidad de los sectores que confluyeron en una causa común, son los que le dan sentido a esta gesta. En este cincuentenario del 9 de enero, es propicio reflexionar rigurosamente sobre el neocolonialismo norteamericano en el Panamá de hoy.
  Abdiel Rodríguez Reyes  






[2] Ávila, V. (1995). “Del Tratado colonialista de 1903 a la insurrección patriótica de 1964”. Revista Universidad, núm. 54, pp. 72.

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