Investigación, producción y difusión de conocimiento científico. Por: Abdiel Rodríguez Reyes





Ubiquémonos en un contexto. Estamos en Panamá, un país con un PIB de 52, 132 mil millones, con un 32.4 % de pobreza y 14.2% de pobreza extrema según datos del PNUD. Según un reciente informe del Ministerio de Economía y Finanzas, la mala distribución de las riquezas se incrementó. Tenemos una clase política corrupta, según el Índice de Percepción de Corrupción de Transparencia Internacional estamos en el puesto 38 sobre 176 países. De tal forma que no estamos bien. En ese sentido tenemos que apostar – y allí nos ubicamos en un contexto más específico – en la Universidad de Panamá (UP) por investigar, producir y divulgar el conocimiento científico para conocer el estado de la cuestión de los problemas que nos acucian.
Investigación y docencia
La investigación y la docencia guardan una estrecha relación. Los docentes en la Universidad del siglo XXI no podemos ser meros reproductores de concomimiento, que es lo más fácil y frecuente. Lo enriquecedor sería que de la sinergia profesor y alumnado surjan ideas innovadoras, así iríamos como comunidad universitaria por el camino correcto en la producción de conocimiento científico. Sin este primer paso, ni de asomo estaríamos en la línea de la innovación, condición sin la cual no saldremos del estado en que nos encontramos.
Dicho de otra forma más sencilla, si no investigamos, si no producimos conocimiento científico, la Universidad de Panamá no subirá en los rankings. Tenemos que enfrentarnos con la realidad de que la Universidad del siglo XXI tiene que ser más dinámica y productiva.
Para una política de difusión de conocimiento científico
El eje rector de Las Políticas de Investigación de la Universidad de Panamá lo podríamos sintetizar con los siguientes objetivos: “Promover, apoyar y fortalecer la generación, difusión, apropiación y transferencia responsable del conocimiento científico y tecnológico, como soporte y referente de calidad y pertinencia de los procesos de formación y de articulación efectiva de la Universidad con su entorno.”
Para ser más específicos, en el Reglamento del Sistema de Investigación de la Universidad de Panamá, en el epígrafe (F) se señala explícitamente que: las actividades de investigación serán divulgadas ampliamente para el reconocimiento de los aportes de los universitarios y de la Universidad de Panamá.” El derrotero es la generación de conocimiento científico y la difusión. La cuestión subyace en la factibilidad.
El mundo de la difusión del conocimiento científico está cambiando a velocidades estrepitosas, las grandes editoriales universitarias como Duke, Harvard, Oxford, Cambridge, en nuestra América la UNAM y el interesantísimo trabajo que realiza la Editorial de la Universidad del Cauca marcan el derrotero.
Estamos claro que son comparaciones asimétricas, pero la idea es aprender de otras experiencias. Si no se empieza ¡ya! el tiempo nos abrumará sin lograr avanzar. La UP debe ser puntera en la investigación, producción y difusión de conocimiento científico en Panamá y la región. Debe iniciar una campaña agresiva en esa dirección.
Para ganar terreno habrá que materializar el trabajo en la edición, impresión y difusión virtual de las investigaciones que se realizan en la UP, en la edición, re-ediciones y ediciones críticas de nuestros textos canónicos (por ejemplo: El Estado Federal de Panamá de Justo Arosemena en su bicentenario), libros propiamente, tesis de grado, postgrado y las investigaciones registradas en la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado. Tenemos todo: material, investigadores, una editorial y una imprenta, pero no hacemos lo suficiente, algún eslabón está fallando en la cadena de nuestra comunidad académica.
Tenemos que planificar sobre la base de presupuestos factibles, para no estar pedaleando en el aire. No es solo decir, se trata de hacer. Ya hemos aludido que tenemos todo para hacerlo, ahora falta la voluntad. Hay que trabajar, esa es la clave.
¿Cómo hacer esto factible? Tenemos que estar claro que los cambios no se dan de un día para otro y menos si se trabaja con la misma comunidad, en la UP solo se cambiaron los puestos de elección popular y de remoción por la nueva administración, la comunidad de profesores, estudiantes y administrativos es la misma.
Una formula simple para hacer esto factible, sería poner en práctica lo siguiente: cada Facultad debe habilitar una Comisión de Investigación que se ocupe de las propuestas para publicar. Para hacer esto operativo, la comisión debe resolver cuales serán las publicaciones. La Facultad debería presupuestar en su POA o preferiblemente quinquenalmente para tramitar la edición e impresión del material. Se debe trabajar en estrecha relación con la Editorial y con la Imprenta para unificar criterios de estilo y calidad.
Posteriormente para tener un impacto mundial, trabajar con las grandes editoriales como Grupo Planeta o Penguin Random House entre otras.
Prospectiva
Tenemos que pensar en el futuro. Solamente iniciando una política agresiva difundiendo las investigaciones (también: diagnósticos, observaciones, análisis de coyuntura e informes) que se realizan en la UP se lograría un impacto en la sociedad, de lo contrario seguirá rezagada y no cumplirá con esa función social de revertir de alguna u otra forma la realidad que describíamos al principio: un país con grandes riquezas pero paradójicamente con grandes desigualdades.
Este paso sería unos de los tantos que hay que dar, el otro de mayor complejidad está en no solo difundir en sí, si no pensando en el futuro del país, al menos en seis ejes de trabajo:
1) la construcción de un proyecto de nación, 2) la construcción de redes y tejidos regionales, 3) el fortalecimiento de la cultura nacional, 4) el fortalecimiento de las capacidades sociales, 5) creación y fortalecimiento de las instituciones fundamentales del estado, 6) la inserción sostenible del país en el mundo.”[1]
Teniendo en cuenta el contexto al que aludíamos, estos serían los retos que deberíamos asumir con prospectiva. La investigación, producción y divulgación de conocimiento científico será trascendental para ello. 





[1] Aguirre, C. y otros, 2016. Panamá. En: J. L. Cordeiro, ed. La Prospectiva en Iberoamérica: Pasado, Presente y Futuro. Colombia: Millennium Project, Red Iberoamericana de Prospectiva (RIBER) y Universidad del Valle, pp. 211-229.

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