Lo científico debe prevalecer sobre lo dogmático y el sentido común. Por: Abdiel Rodríguez Reyes
Por
sí solo, lo científico no prevalece a lo dogmático y el sentido común, tiene
que ser mediante la educación, en donde debe inocularse los fundamentos científicos
para tener criterios de discernimiento. Una tarea pendiente aún.
Lo
que trasciende la individualidad tiene que pasar por el prisma científico, para
tener un criterio objetivo para entender, actuar y estar en el mundo. Lo que
prevalece es la nomenclatura de los dogmas y el sentido común, que se reproduce
en amplios sectores de la sociedad (redes sociales y medios de comunicación);
así, lo que tiene que ser habitual se nos presenta como inalcanzable, lo cual
demuestra nuestro atraso cultural en donde las masas son guiadas por los dogmas
y el sentido común. Eso codifica el entendimiento, la coordinación de nuestras
acciones y cómo nos relacionamos con los demás, bajo un limitado esquema ante
la pluriversidad del mundo.
Gramsci
explicó muy bien la conexión entre el sentido común y la religión; también la
necesidad de superarlo mediante la filosofía de la práctica con actitud crítica,
que exponga los problemas que surgen de esa conexión, analizando sus antecedentes y consecuencias. Por lo tanto, esa filosofía tiene que sirve
para fundamentarse una concepción de la vida distinta al resultado de esa
conexión. Significaría un progreso intelectual en las masas.
Contrariamente,
lo que hemos visto en la multitudinaria marcha por la familia de la semana
pasada, los defensores de la “familia tradicional” optan por apoyarse en dogmas
y el sentido común; en vez de, por ejemplo: la historia, y analizar cómo
evolucionó la familia. La defensa a ultranza de la “familia tradicional”
contiene consciente o no, sesgos homofóbicos y misóginos. Los mismos que
defienden la “familia tradicional” tienen una lucha frontal contra el feminismo
y la comunidad LGBTI. Habitualmente confunden la doxa (opinión) con la episteme
(ciencia), y haciendo gala de la primera, creen que son dueños de la segunda.
¿Marcha por la familia o contra los homosexuales? ClaraMENTE
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